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Soy Almudena Ariza, periodista. He trabajado como reportera de televisión en decenas de países, y he ocupado las corresponsalías de China, Estados Unidos y Francia. Ahí, en este último país, en Francia, es donde comienza esta historia.
En Febrero del 2020 llegó a nuestra oficina de París un libro con este título: ”Y ahora volved a vuestras casas», de Evelyn Mesquida. La trágica y olvidada historia de los españoles que combatieron para liberar a Francia de los nazis. Uno de tantos libros que recibimos en las redacciones de medios de comunicación.
Mi compañero Víctor, cámara chileno que lleva más de 25 años en París, me preguntó si podía llevárselo a casa para leerlo. Yo le respondí que sí. Y al día siguiente, me lo devolvió.
320 páginas leídas en una sola tarde. Cuando le pregunté por qué tanta prisa, simplemente respondió que le interesaban mucho esos temas. Y yo me quedé dándole vueltas a por qué.
Esa misma noche decidí buscar su nombre en Internet.
Víctor Díaz Caro.
Y el resultado fue una persona totalmente distinta a la que yo conocía.
EL GUERRILLERO, UN PODCAST DE ALMUDENA ARIZA Y YES WE CAST
EPISODIO 1: GOLPE DE ESTADO
Almudena: “Bueno Víctor, vamos a empezar… (Risa) Un año aquí juntos y resulta que después de todo este tiempo empiezo a conocerte un poco. Vamos a empezar por el principio, pero preséntate tú. Tu nombre, dónde naciste, cómo se llamaban tus padres…”
Víctor: «Vengo de una familia compuesta por un comunista y una ferviente católica.”
Quien habla es Víctor Díaz Caro, 63 años, compañero de la corresponsalía de TVE en París. Como ya os he contado, es chileno y trabaja como cámara. Lleva 25 años en Francia. Hace solo unos días he sabido, por azar, que detrás de este hombre simpático pero muy reservado se oculta un individuo cuya vida anterior yo no podría ni haber imaginado. Así que me pongo a escucharle con toda mi atención.
Víctor: “En esa familia que ellos crearon, tengo dos hermanas mayores que yo, Victoria, Viviana, y yo, Víctor. Una de mis hermanas es una ferviente católica también, la mayor, la otra hermana ha sido católica, o sigue siendo un poco creyente, y yo completamente ateo.”
Para entender el camino de Víctor, nuestro protagonista, hay que conocer primero la historia de su familia. De sus padres, Selenisa y Víctor Manuel Díaz.
Víctor: “Mis padres son del norte de Chile. Mi padre, Víctor Manuel Díaz López, nació en la ciudad de Ovalle, no muy lejos de Santiago, pero se crió en una de las oficinas salitreras en el norte de Chile, que en aquellos años, los años 20 vamos a decir, era como el boom de aquella época. Donde existía el trabajo, por lo tanto las familias emigraban hacia el norte. Por lo tanto a él se lo llevaron allá. Y mi madre, que nació en Antofagasta, una ciudad típicamente del norte de Chile, provenía de una familia, al contrario de mi padre, de una familia bastante adinerada. Se conocieron en una fiesta justamente de la Acción Católica, que siempre me llamó la atención que un amigo de mi padre, comunista como él, le dijo ‘mira, en esas fiestas siempre hay niñas muy simpáticas’”.
Víctor Manuel Díaz López, más conocido como el Chino Díaz, tenía entonces 27 años y militaba en el Partido Comunista Chileno desde hacía 7. Apenas dos meses después de conocerse, Selenisa y él se casaron.
Víctor: “Y mi madre siempre rescataba como una anécdota, siempre decía ‘y yo me casé sin estar embarazada’.”
Nueve meses después de la boda, en Junio de 1948, nace Victoria, la hija mayor de la pareja. El inicio de la vida familiar no resulta nada fácil, y no por motivos personales.
Víctor: “Ya en aquella época, mi padre ya era un militante comunista en el norte de Chile que ya empieza a tener ciertas responsabilidades. El matrimonio yo creo que llevaban un mes y algo de casados, y a él lo detuvieron por primera vez porque en Chile, el año 47, Gabriel González Videla…”
Gabriel González Videla es elegido presidente del país en Noviembre de 1946. Gracias a una alianza de partidos de izquierdas, entre ellos el Partido Comunista. Pero estamos en un contexto internacional de Guerra Fría, y con una fuerte influencia de Estados Unidos, que veía a los comunistas como una amenaza. Por eso, el presidente chileno González Videla, en cierta medida para contentar a Estados Unidos, acaba declarando ilegal el Partido Comunista.
González Videla: “Ahora, ¿por qué rompí con el Partido Comunista? En gran parte, la responsabilidad de lo que pasó con el Partido Comunista la tengo yo.”
Menos de dos años después de llegar al poder, González Videla aprueba la que se da en llamar Ley de Defensa Permanente de la Democracia.
Víctor: “Que fue conocida como la Ley Maldita, declara ilegal al Partido Comunista, por lo tanto todos los militantes son perseguidos y encarcelados. Y mi padre a fines de octubre, o a mediados de octubre del 47, lo detienen y lo relegan al campamento de Pisagua.”
El campamento de prisioneros de Pisagua fue construido por el Gobierno de González Videla como campo de concentración de militantes comunistas. Y uno de sus responsables acaba siendo el entonces capitán Augusto Pinochet. Víctor Manuel pasa detenido allí varios meses.
Víctor: “Incluso cuando nace mi hermana, mi padre está detenido en el campamento de Pisagua.”
Almudena: “¿Cómo vive tu madre todo esto? Porque claro, si le detienen a los veinte días de casarse, ¿no?”
Víctor: “Lo tomaba con… Yo nunca le vi un ápice de amargura…”
Vicky: “El dolor más grande de nuestra madre, yo lo recuerdo así…”
Ella es Victoria, la hermana mayor de Víctor.
Vicky: «Se viene a Santiago, venía él a tratarse de un problema del corazón, parece. El dolor más grande fue que el abuelo no se quiso despedir de ella en el aeropuerto.”
Víctor cuenta que su madre, Selenisa, había sido rechazada y deshereda por su padre. Por haberse casado con un comunista.
Vicky: “¿Por qué? Porque resulta que cuando empieza lo de Videla, mi padre empieza a ser buscado y empieza nuestro abuelo a escuchar por radio que buscaban al comunista Víctor Díaz, ¿no? Y entonces es bien difícil comprender eso para el abuelo”.
Víctor Manuel es detenido en varias ocasiones durante los siguientes años, hasta que en 1958 la Ley Maldita es derogada. Eso les da cierto respiro, y es el mismo año en que nace, en Santiago de Chile, el tercer hijo del matrimonio: Víctor Díaz Caro, mi compañero. El ojito derecho de su padre.
Víctor: “Que es lo que se quejan mis hermanas hoy en día, que me dicen tú siempre fuiste el regalón de ellos. Yo pienso que por la edad, además, el único varón, tiene que haber jugado a mi favor eso.”
Vicky: “Nuestra madre había buscado, decimos nosotros, los dos. Buscaban al hijo, al hijo, que éramos dos hermanas… Buscaron al hijo, al hijo, lo buscaron mucho, hasta que llegó… Llegó nuestro querido Toti (Risas)”
Víctor: “Pero sí, mi padre siempre me llevó a todos lados desde pequeño, siempre estuve con él en todo, en toda su actividad política, siempre estuve. A todos sus compañeros los conocí, me conocían desde pequeño. Me veían merodear siempre en todo lo que eran mítines políticos. Que para mí eran una cosa muy alegre, ¡me encantaba!”
Almudena: “¿Cuándo empiezas…? Porque primero dices que cuando empiezas a acompañar a tu padre a todas las actividades políticas, me imagino que era como un juego, como dices. ¿Pero cuándo empiezas a darte cuenta de que hay algo más? No sé si hay un momento en que te hace algo clic, o tú lo vas descubriendo con la edad, o cómo es…»
Víctor: “Mira, hay cosas… Me han preguntado mis hijos por qué yo no soy católico. Yo sí eso lo tengo claro. Ya de pequeño, 6-7 años, y con toda la panda de amigos… Estaban construyendo una parroquia ahí en nuestra población, que es una población diría de clase media-baja, al sur-poniente de Santiago. Nos dedicábamos todos los días, en aquella época todo lo que era vacaciones o salir de clase, que no había nada más que entretenerse que ir a tirarle piedras a la iglesia, a la campana, y si el cura estaba cerrándola o abriéndola, tirándole piedras al cura. Y esos mismos, yo después veía a alguno de los que estaban allí, el día sábado bien peinados, bien engominados para la época, se iban a hacer catecismo. Entonces, me creaba como un… Yo tenía 8 o 9 años, porque esa es más o menos la edad de la Primera Comunión, mi madre me decía si yo quería hacerlo, y yo veía como que no me lo merecía. Es decir, si yo en mi juego iba e insultaba a la Iglesia de esa forma, mis amigos se iban, participaban, luego nos poníamos a jugar a lo que fuera, y ellos se encomendaban al Señor, se arrodillaban, se persignaban, y pedían por favor ganar, que yo tengo que ganar, y obviamente fallaban, y agarraban a puteadas a Dios. Y yo poco a poco, yo decía ‘no, si es tan terrible Dios, ¿yo cómo voy a estar…?’ Y eso hace poco lo insistía con uno de mis hijos, así fue como yo me fui no alejando, sino que fui diciendo ‘no puede ser, yo no puedo ser así, si yo voy y tiro piedras, no tengo cara para ir a meterme después’”.
Víctor se aleja de la Iglesia, de las creencias de su madre, y se acerca poco a poco a las convicciones políticas de su padre.
Vicky: “No hay duda que los tres hermanos tomamos, sin que nuestro padre nos hubiera dicho ‘entren a militar’, no, nosotros entramos a militar porque… fue como algo natural. La historia de nuestro padre pesó mucho.”
Con tan solo 12 años, Víctor da un paso que le marcará para toda la vida: Ingresa en las Juventudes Comunistas de Chile.
Víctor: “Y yo por la tarde llego muy contento a contarle a mi padre. Y yo pensé que me iba a abrazar y que me iba a decir ‘oh, hijo’. Me quedó mirando y me dijo ‘siéntese, hijo. ¿Usted está consciente del paso que ha dado?’ Y yo me quedé de… Me dijo ‘lo que Usted ha hecho es de una inmensa responsabilidad’.»
Cuando Víctor ingresa en las Juventudes Comunistas lo hace, también, influido por la situación política del momento. Y os voy a explicar cuál era. Chile, por un lado, llevaba décadas de gobiernos dominados por las élites. Pero al mismo tiempo la clase obrera y trabajadora estaba aumentando, al ritmo que también lo hacía su industria. Y esa clase obrera, que reclama mejores condiciones de vida, acaba siendo crucial para la victoria del médico y político Salvador Allende. Quien el 4 de Septiembre de 1970 gana las elecciones presidenciales, con la promesa de convertir el país en un estado socialista.
Salvador Allende: “Somos los herederos legítimos de los padres de la patria, y juntos haremos la segunda independencia. La independencia económica de Chile.”
Esa es la voz de Allende, en su histórico discurso de la victoria. A su lado estaban los políticos de la coalición de izquierdas que le habían apoyado. Entre ellos, el Chino Diaz, como uno de los rostros del cambio.
Almudena: “¿Cómo era el Chile cuando gana Salvador Allende?»
Rodolfo Ibarra: «Yo creo que era un Chile muy austero, donde sí primaba lo social…”
Rodolfo Ibarra es investigador del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile.
Rodolfo Ibarra: “Donde se trabajaba la Reforma Agraria, donde estaba la repartición de tierras, y que de cierta manera vinculaba desde la burguesía hasta el proletariado…”
Almudena: «¿Cómo veía el pueblo la figura de Allende?»
Rodolfo Ibarra: «Yo creo que están todas las esperanzas y todos los sueños, algo que hasta el día de hoy nos sigue pasando. Creo que no hay ninguna otra figura que haya tenido el desarrollo y el lenguaje con el que se podía expresar. Tu veías multitudes en un discurso de Allende, y que te pegue así hasta hoy. Yo, de repente, rayo con un discurso… Hay un discurso que hace en la ONU que a mí me impacta y me… Se me paran los pelos de cierta manera, me emociona hasta el día de hoy.”
Salvador Allende: “En mi patria, Historia, tierra y hombres se funden en un gran sentimiento nacional. Pero Chile es también un país cuya economía retrasada ha estado sometida, e inclusive enajenada, a empresas capitalistas extranjeras.”
El Gobierno de Allende es un torrente de ilusión para las clases populares, para los trabajadores. Pero al mismo tiempo, una enorme amenaza para las élites dominantes y para la influencia de Estados Unidos sobre el país.
Fueron tres años de tensión, de inestabilidad, de crisis social. Con enfrentamientos constantes entre grupos de ultraizquierda y ultraderecha. Y una pregunta en el aire: ¿Van a hacer algo los militares?
Y sí, lo hicieron.
Víctor: “No pensaba que iba a ocurrir, con esa sociedad tan politizada, yo creo que todo el mundo… A pesar de que el ejército chileno todo el mundo dice que es muy democrático, y no, ha dado golpes desde su inicio, desde su creación, año 32, el año 52, el año, pff… Siempre ha estado dando golpes de Estado. Ahora, no con la violencia que ocurre en el año 73, y que eso cambia la vida a toda la sociedad chilena.”
Finalmente, el Ejército se levanta en armas contra el gobierno de Salvador Allende.
Salvador Allende: “Les habla el Presidente de la República desde el Palacio de la Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la Marinería habría aislado Valparaíso…»
Comunicado Golpe de Estado: “Santiago, 11 de septiembre de 1973. (…) Las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile declaran: 1º Que el señor Presidente de la República debe proceder a la inmediata entrega de su alto cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile.”
Al frente, un nombre ya conocido para Víctor Manuel Díaz López, el Chino Díaz.
Comunicado Golpe de Estado: “Firmado, Augusto Pinochet Ugarte.”
Almudena: «¿Y cómo te enteras tú del golpe o cómo… Qué ocurre ese día?”
Víctor: «Días previos, en esa semana, esos diez días previos, sí, se notaba. Además mi padre llegaba muy tarde, estaban en largas reuniones, los partidos políticos que apoyaban a Allende, con Allende. Mi padre llegaba muy tarde y yo ahí sí escuchaba… El decía ‘está muy preocupante esto, porque la sedición es muy fuerte, tiene muchos recursos…” Alguien cuidaba a mi papá, andaba de… tenía un guardaespaldas. Desde que él fue… Le dieron la responsabilidad en agosto de 1971 como Subsecretario General del Partido Comunista, tenía un escolta, que era un compañero de partido, que lo cuidaba. Que cuando yo miro, no tenía ningún atributo físico como para hacerlo. Yo creo que él tenía más sus ganas de cuidar a… Porque era bastante, yo decía ‘si él tiene que correr, yo creo que yo llego primero’. En esa última semana previa al golpe sí se notaba la preocupación de mi padre, el cansancio. Yo leía los periódicos y salía ahí, él salía en los noticieros… Es decir, estaba en primera línea buscando soluciones.”
Vicky: “Ese día 11 de Septiembre, como te digo, ya nuestro padre tenía claro lo que iba a pasar acá.”
Víctor: “Recuerdo como a las 3-4 de la mañana, de la madrugada del 11, pasó alguien que venía del sur y que ya tenía… A decirle ‘hay movimientos de tropas sospechosos en el sur’. Y ya a las seis de la mañana ya en Valparaíso, que eso es como la zona central, ya los marineros se habían tomado las calles.”
Vicky: “Hay una llamada muy temprano, como a las seis de la madrugada, y ahí mi padre habla, y eso quedó grabado.”
La llamada se emite a través de Radio Magallanes, emisora propiedad del Partido Comunista Chileno.
Locutor: “A continuación se dirige a todos los trabajadores de Chile el subsecretario general del Partido Comunista, Víctor Díaz.”
El Chino Díaz: “Hace unos minutos hemos escuchado las dramáticas palabras del presidente de la República, compañero Salvador Allende….”
Víctor: “Ya hay conciencia de que el golpe está en marcha a partir de las seis de la mañana y que se le avisa oficialmente a Allende que está el golpe en marcha.”
El Chino Díaz: “Si el golpe sedicioso derribara a este gobierno constitucional, pasarán largos años en nuestro país para que un hombre del pueblo, una mujer del pueblo, llámense de la Unidad Popular o de la Democracia Cristiana, para que tengan oportunidad de elegir libremente a sus representantes.”
Almudena: “¿Y cómo… suceden los acontecimientos, qué pasa en esas horas, si te acuerdas, hasta el bombardeo de la Moneda?”
Víctor: «Recuerdo que muy temprano se me saca, se me despierta, que eran como siete menos cuarto, para desayunar. Pero ahí ya mi madre le dice ‘yo no quiero que vaya’. Mi padre diciendo ‘hay que ver, yo tampoco creo que vaya a haber hoy día clases, esto pinta mal’. Él estaba muy nervioso porque no iba el coche a recogerlo. Logró comunicarse el chófer diciendo ‘es que me han parado, no he podido pasar, ya están cortando el tráfico, por lo tanto no he podido pasar.” Llaman a otro chófer, y llega otro chófer a buscarlo, que él no venía de la zona donde venía el otro. Y ahí son más o menos las 10.30 de la mañana.”
Vicky: “Mi viejo se va esa mañana, se despide de nosotros, y se va con nuestro hermano, y me dice a mí y hermana que no salgamos, que no vamos a clase, que nos quedemos acá en la casa.”
Víctor: “Él se va a una reunión, que con el tiempo se ha reconstituido. Ellos tenían un lugar de emergencia donde se reunían si ocurría un golpe. Y previo a eso me pasa a dejar a esta casa. Me deja en la casa de una tía, cuñada de mi madre.”
Víctor aún no lo sabe, pero esa va a ser la última vez que va a ver a su padre. Él y toda su familia. No volverán a estar con él. Ni vivo, ni muerto.
Vicky: “Bueno, esta es la casa… Familiar, ¿no? Esta es la casa familiar… Esto acá fue donde estuvimos desde el año 71…”
Victoria Díaz, Vicky, me recibe en su casa, en Santiago de Chile, acompañada por su hermana Viviana y rodeada de los cuadros que ha pintado durante estos últimos años y de todos los recuerdos familiares…
Almudena: “Tú eres la artista de la familia. (Risas) Ay, qué bonito, qué lindo, este es tu estudio… ¡Hola! ¿Cómo estás? (Saluda a Viviana)”
Además de al dibujo, entre otras cosas, su vida ha estado dedicada a la música. A las canciones que recuerdan a los desaparecidos bajo la dictadura militar chilena.
Vicky cantando: “Señora dicen que donde mi madre dice dijeron. El agua y el viento dicen, dicen que los detuvieron…”
Víctor: “Y con los años se ha podido reconstruir que mi padre llega a lo que era el Regional Capital, una sede del Partido Comunista, donde llegan muchos dirigentes. Donde están en plena reunión, y llegan los militares a allanar… Que tenían ellos salidas de seguridad, y tienen que salir a pie. El toque de queda se decreta a las doce del día…”
Vicky cantando: “Que se apaguen las guitarras, que la patria está de duelo. Nuestra tierra se oscurece, mataron a muchos de ellos…”
Víctor: “Mi padre se encontró caminando en plena, en esa avenida, solo, y fue a la estación central, que no estaba muy lejos de ahí, y él se acordó que había un compadre de un cuñado de él. Que trabajaba en unos Radio Taxi en aquella época, que era una persona demócrata cristiana, pero que siempre se había llevado muy bien con mi viejo. Y él entendió inmediatamente y le dijo ‘Víctor, dime dónde te llevo’. Y él le dio otra dirección con otra gente que, siendo comunistas, los metieron en un gallinero (risas). Claro, después ya él pasa a la clandestinidad, ya tiene otra identidad… Es decir, logra pasar ese pequeño temporal en ese momento, que no fue fácil.”
Vicky cantando: “Señora, dicen que donde mi madre dice, dijeron. El agua y el viento dicen que a los demás salvaremos. El agua y el viento dicen que a los demás salvaremos.”
Víctor: “Yo creo que no querían imaginarse que venía el golpe. Lo sabían pero no se prepararon. Diez días después cae el secretario general, el jefe del Partido Comunista Chileno, lo detienen. Eso demuestra que no quisieron aceptar, no querían aceptar que el golpe estaba ahí.”
Vicky cantando: “Pueden estar ahí, sí, aún con vida. Alcemos nuestras voces, patria querida. Seguiremos buscando, vamos luchando.“
Almudena: “Vamos a hacer aquí una pausa. Joder Víctor, estoy flipando contigo.”
El Guerrillero, un podcast de Almudena Ariza y Yes We Cast.
Investigación y narración: Almudena Ariza.
Guión: Francisco Izuzquiza.
Diseño sonoro: Alberto Espinosa.
Verificación de datos: Rodolfo Ibarra.
Sintonía del podcast: David Burgos y Luciano Branca.
Identidad gráfica: Rubén Galgo.
Locuciones: Carlos Serrano.